En el viaje al final nunca estás solo, siempre coincides con alguien que busca lo mismo que tú, sencillamente viajar sobre nuestras monturas metálicas, conocer lugares y gende de una forma diferente a lo que hace el resto de la gente.
Merece la pena, aunque sea una sola vez, hacer un viaje de este tipo, en solitario, se te quitan muchos miedos infundados y aprendes a conocerte mejor y a tratar mejor con la gente. Tal vez sea por necesidad, pero de lo que estoy seguro, al menos para mi, es de que la satisfacción que te da viajar así, no la encuentras en ningún viaje organizado.
Un saludo y buen pedal a todos........menos a Gijo, q no se quiere venir de viaje en bici con los que usamos ortlieb, las mejores alforjas del mercado....